Nuevas modalidades de trabajo se imponen a partir de la pandemia y, si bien es cierto que esto trae ventajas para los colaboradores, el lado B del trabajo remoto también es una realidad. Descubrí cuáles son las consecuencias negativas y cómo prevenirlas.
Situación actual del trabajo remoto en Argentina
Todos sabemos que la pandemia por COVID-19 aún sigue generando efectos en el mundo del trabajo. Las empresas y sus colaboradores se adaptan a una nueva modalidad de trabajo que se desarrolla de manera remota o híbrida en la actualidad.
El futuro del trabajo será distinto al actual, porque vemos tendencias y evoluciones hacia un empleo totalmente revolucionado donde las actividades a distancia son las elegidas por los trabajadores.
Las investigaciones avalan estas tendencias. De acuerdo con el estudio “People at Work 2022: A Global Workforce View”, llevado adelante por ADP Research, más del 60% de los participantes argentinos buscaría otro empleo si su empresa lo forzara a trabajar nuevamente de manera 100% presencial.
Otra encuesta realizada por Microsoft y la Universidad de San Andrés reveló datos similares: más del 70% de los argentinos prefiere trabajar de forma híbrida, combinando home office y jornadas en la oficina.
En definitiva, el empleo a distancia se impone y es necesario que las empresas se adapten a estas nuevas exigencias por parte de los trabajadores para atraer el mejor talento.
¿Cuál es el lado B del trabajo remoto?
Aunque el home office es una modalidad muy elegida por los trabajadores de Argentina, ha generado un gran cambio en los hábitos de los colaboradores. Hoy, el lado B del trabajo remoto es una realidad a la cual se enfrentan las empresas.
Es que una de las principales complejidades que ha generado el trabajo a distancia es la dificultad para encontrar el equilibrio entre la vida personal y la vida profesional. Para muchas personas, la sensación de estar trabajando todo el día y no poder cortar con la jornada laboral se hizo presente.
¿El resultado? Un agotamiento físico y mental que impacta sustancialmente en el desempeño de los colaboradores.
Este lado B del trabajo remoto puede vincularse con el síndrome de burnout, un fenómeno que se ha profundizado con la pandemia. Actualmente, las organizaciones deben tomarlo como un tema a resolver urgentemente, ya que podría representar costos importantes en falta de productividad e incluso en gastos de atención médica para empleados.
Desafortunadamente, al tratarse de un fenómeno relativamente nuevo, no todas las empresas están tomando medidas para prevenir o afrontar estos problemas vinculados con el estrés que sufren los trabajadores.
De acuerdo al estudio reciente llevado adelante por Kaspersky, menos del 50% de las empresas consultadas ha tomado medidas para abordar el estrés y el agotamiento laboral.
¿Cómo evitar las consecuencias negativas del lado B del trabajo remoto?
Las consecuencias negativas del lado B del trabajo remoto ya se vislumbran y las empresas deben atenderlas, visibilizándolas en los espacios de trabajo, ya sea permitiendo a los colaboradores compartir sus sensaciones, las historias del día a día o publicando contenidos en las redes sociales que ayuden a superar el estrés.
Siguiendo los datos de Kaspersky, la consultora cree que parte importante para superar estos problemas reside en considerar que se trata de un problema que atañe a toda la organización; es decir: vislumbrarlo como un desafío organizativo amplio y no como una mera afección personal.
Esta idea permitirá a las empresas generar una estrategia concreta basada en la prevención de las consecuencias negativas que trae consigo el lado B del trabajo remoto. Y, a partir de ello, establecer acciones que apoyen la buena organización de los tiempos de los colaboradores y que fomenten actividades de distensión.
Pero, en concreto, ¿qué medidas pueden tomar las compañías para evitar este fenómeno? Desde Bayton hemos recopilado acciones de empresas líderes que han sabido prevenir el estrés y el agotamiento entre sus empleados.
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Realizar un sondeo permanente acerca de las necesidades, intereses, deseos y sensaciones que tienen los empleados dentro de su área y de la empresa, como así también acerca de la modalidad remota de trabajo.
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Implementar programas con actividades recreativas y especiales que atiendan el agotamiento de los trabajadores. Algunas acciones concretas pueden ser recorridos grupales dentro de la ciudad, un desayuno o merienda de trabajo, una jornada de juegos en grupo, etcétera.
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Permitir la flexibilidad para desarrollar diversas prácticas laborales que rompan con la rutina.
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Establecer pautas claras para cada equipo de trabajo, de manera que pueda determinarse cierta reglamentación para cada formato de trabajo, incluida la carga horaria, con el objetivo de reducir incertidumbres, sensaciones de ansiedad y apego excesivo al trabajo.
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Fomentar capacitaciones o charlas abiertas acerca de la buena gestión del tiempo y la necesidad de establecer una organización clara sobre los objetivos y tareas a realizar durante el trabajo a distancia.
El trabajo remoto llegó para quedarse y su lado B es un padecimiento para muchos colaboradores.
Las empresas tienen la responsabilidad de generar espacios psicológicos y de distensión donde esta problemática pueda prevenirse o tratarse, ya que afectará la productividad de los empleados e impactará de lleno en la rentabilidad del negocio.
¿Buscás más información al respecto? Ingresá a nuestro blog para no perderte todas las tendencias actuales sobre el trabajo que pueden ayudar a tu organización y a tus talentos en su día a día.
