En la actualidad, las relaciones empleado-empleador ya no son solo relaciones comerciales que funcionan durante una determinada cantidad de horas a cambio de salarios y beneficios. Para reunir talentos cada vez más escasos y satisfacer las necesidades de la nueva generación, los gerentes de recursos humanos han tenido que renunciar a sus funciones administrativas y concentrarse en las relaciones interpersonales. La identidad de marca cumple un papel fundamental en la atracción y retención del talento humano.