Al crear equipos inclusivos, las empresas aumentan su capacidad para adaptarse a los cambios, resolver problemas complejos y enriquecer las interacciones con otros clientes, impulsando la innovación a través de una diversidad de perspectivas y fomentando una cultura de creatividad y colaboración.
Al seleccionar sus candidatos, las empresas deben priorizar a aquellos que se alinean con los objetivos de la organización, sin dejar de lado la importancia de la diversidad de pensamiento.
Diversidad en el trabajo
La diversidad en el trabajo puede manifestarse de dos formas principales: la diversidad demográfica y la diversidad de capital humano.
La primera se refiere a las características visibles y a menudo inmutables de las personas: como la edad, el género o la nacionalidad. La segunda, en cambio, hace referencia a las diferencias en cuanto a conocimientos, habilidades, experiencias y valores. Si bien la diversidad demográfica es visible y fácil de distinguir, la diversidad de capital humano es igual de importante. Las diferencias en cuanto a conocimientos, habilidades y experiencias son las que realmente marcan la diferencia en el desempeño de un equipo.
Al aprovechar al máximo ambos tipos de diversidad y alinearlos con nuestros valores, la empresa se verá cada vez más sólida y será mucho más sencillo construir equipos de alto rendimiento, por lo que atraerán a otros talentos y mejorará la reputación de la compañía.
5 beneficios de la diversidad en el trabajo
La diversidad en las organizaciones va más allá de cumplir con cuotas o tendencias. Es una estrategia empresarial sólida que ofrece una amplia gama de beneficios tanto para las organizaciones como para sus empleados. Aquí enumeramos 5 de ellas:
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Mayor creatividad, nuevas perspectivas y toma de decisiones diversas: conformar equipos de trabajo con personas de diferentes comunidades e intereses es muy nutritivo para el trabajo en conjunto. Enriquece las relaciones humanas, optimiza los procesos de trabajo y permite identificar oportunidades de mejora, eliminar sesgos y tomar decisiones más acertadas.
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Más productividad y rendimiento: el punto anterior genera un impacto directo en la productividad de los trabajadores, ya que las nuevas ideas se ven enriquecidas por la amplitud de perspectivas. Si desde la organización se fomentan dinámicas de trabajo inclusivas, las personas se sentirán más motivadas a dar lo mejor de sí.
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Mejora en el compromiso y la retención de los empleados: la comodidad de saberse en entornos de trabajo motivadores, influye en el compromiso y la decisión diaria de quedarse en la empresa. La reputación de las organizaciones se difunde con facilidad, por eso, si los empleados se sienten orgullosos de pertenecer a la compañía, no tendrán motivos para salir de ella.
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Ventaja competitiva: la diversidad también constituye un diferencial contra otras empresas. Una buena reputación genera interés en aquellos que no son empleados y en potenciales clientes. Si tu compañía piensa de una manera distinta a la competencia, entonces podrá ofrecer un enfoque diferente en el campo de trabajo.
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Acceso a una reserva de talento más amplia: fomentar la diversidad en el trabajo amplía considerablemente la reserva de talento disponible. Al crear un ambiente de trabajo respetuoso de las diferencias, las empresas atraen a candidatos que enriquecerán la cultura organizacional.
Para que las empresas puedan fomentar la diversidad, es necesario que comiencen con un proceso de contratación más inclusivo, que garantice atraer a un amplio espectro de talentos.
Por eso, en lugar de centrarse en requisitos rígidos y a menudo innecesarios, se pueden reorientar los procesos de selección hacia las competencias y habilidades que necesitan para lograr con éxito sus resultados de negocio. Al hacerlo, es probable descubrir talentos que, aunque no cumplan con todos los requisitos formales, tienen el potencial de aportar un gran valor a la organización. Esta perspectiva amplía el abanico de posibles candidatos, fomentando la verdadera diversidad, potenciando la creatividad y expandiendo la capacidad de adaptación de las empresas ante los desafíos del mercado.
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