La diversidad en las organizaciones ha pasado de ser una demanda de los trabajadores actuales para convertirse en una oportunidad para los entornos laborales y los negocios.
Te invitamos a conocer en esta nota cuál es la oportunidad y cómo diseñar una estrategia basada en la diversidad laboral.
La diversidad organizacional, un nuevo enfoque laboral
Hemos hablado en notas anteriores acerca del impacto de la diversidad en las organizaciones debido a que esta cualidad organizacional es cada vez más demandada por las nuevas generaciones de trabajadores.
Estamos atravesando un contexto de auge de la diversidad dentro de las organizaciones como consecuencia de múltiples factores.
El más importante es un cambio en el paradigma de lo diferente, de lo diverso. Es decir, cada vez más personas priorizan la autenticidad, dejando atrás estereotipos que les fueron inculcados y exigiendo derechos que los reconozcan. Es el caso de la comunidad LGTBI+.
La pandemia también estableció una conciencia social y diversa entre los trabajadores. Sobre todo entre las mujeres que notaron con mayor profundidad la desigualdad laboral en las empresas y las tareas de cuidado en sus hogares.
En definitiva, ser una compañía diversa no sólo tiene que ver con ventajas para el negocio en cuanto a mayor creatividad, relaciones interpersonales y productividad del trabajo diverso en equipo.
También impulsa los derechos de las minorías porque incorpora como fuerza de trabajo a personas de diferentes contextos y situaciones, sin distinción socioeconómica, etnia, género, orientación sexual, procedencia, capacidades, edad, religión, o de otros grupos tradicionalmente excluidos.
Ya son muchas las empresas alrededor del mundo que generan estrategias internas y de reclutamiento con foco en la diversidad organizacional. Esto mejora todas las áreas de trabajo y aporta mucho valor para la sociedad en su conjunto.
El impacto positivo de la diversidad en las organizaciones
Una investigación llevada a cabo por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha demostrado que a la mayoría de las compañías entrevistadas les gustaría promover la diversidad entre sus empleados.
En números, el 87% desea que la inclusión sea efectiva, pero solo el 60% posee un programa de inclusión en desarrollo.
En definitiva, aún falta mucho para entender el valor de la diversidad en las organizaciones y generar un verdadero cambio sustancial que incluya a todas las personas por igual, sin importar género, etnia, situación económica y otros motivos.
Lo cierto es que los datos de aquellas compañías que hace tiempo abogan por esta visión, muestran que la diversidad es y será siempre un valor agregado.
Para estas empresas, que cuentan con una estrategia dirigida hacia la diversidad, el objetivo central es dignificar las diferencias y reconocer el valor que estas añaden a las dinámicas organizacionales.
El mayor beneficio es la atracción del talento. Entendiendo que cada vez más empleados eligen una cultura corporativa diversa a la hora de sumarse a una empresa, la diversidad juega un rol preponderante para captar, fidelizar y retener colaboradores.
También promueve la mejora del ambiente laboral debido a que los ambientes con foco en la diferencia, ayudan a empatizar y mejorar las relaciones interpersonales, dando lugar a la colaboración y dejando de lado las individualidades.
Además, los distintos pensamientos y puntos de vista en torno a acciones, procesos o proyectos a abordar, promueven una mayor creatividad y toma de decisiones diversas, mejorando la resolución de problemas.
Finalmente, al producirse una mayor creatividad, la productividad se maximiza y los objetivos se cumplen adecuadamente
Sin duda, las empresas logran un incremento de la eficacia y la productividad de las áreas de trabajo. El resultado, según datos de Mckinsey, es un aumento de la rentabilidad empresarial.
Puntos claves para generar una estrategia de diversidad en las organizaciones
Para promover la diversidad en las organizaciones, debemos diseñar una estrategia con una visión y misión enfocada en lo diverso como valor para la cultura organizacional. En ese plan deben contemplarse acciones claras que vayan en esa línea.
Dentro de dicho plan es clave incluir:
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Políticas de diversidad que abarquen requisitos fundamentales de inclusión mediante la revisión del lenguaje, concienciación, acciones de integración, promoción de eventos multiculturales, etcétera.
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Estructuración de los puestos de trabajo y los salarios, poniendo en el centro a las minorías para lograr su empoderamiento económico, social, cultural y profesional dentro de la organización.
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Estrategia de reclutamiento y una política de contratación donde las técnicas y métodos de las etapas del proceso no estén empapadas de estereotipos que generen discriminación.
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