El design thinking es un enfoque centrado en la profunda comprensión de las necesidades humanas para la resolución creativa de problemas y se aplica en una amplia gama de situaciones, incluyendo la gestión de los RRHH.
Se trata de una metodología que invita a reflexionar las prácticas y “pensar fuera de la caja” para la resolución de problemas, generando un impacto significativo y centrado en las personas.
Este enfoque integra tres pilares esenciales: la deseabilidad, que explora qué es lo que las personas realmente quieren o necesitan; la viabilidad, donde se analiza si la solución propuesta es factible de producir con los recursos disponibles y la factibilidad, que asegura que la solución sea sostenible para el modelo de negocio de la organización.
En su práctica iterativa, el design thinking invita a las organizaciones a sumergirse en la realidad de sus colaboradores, desafiar sus propias suposiciones y explorar caminos alternativos para la resolución de problemas y así crear un vínculo fuerte con los empleados, que permita conocerlos mejor y formar relaciones a largo plazo.
En la siguiente nota hablamos sobre design thinking, cómo aplicarlo en RRHH y compartimos ejemplos de grandes empresas que ya implementan esta metodología.
¿Cómo aplicar Design Thinking en RRHH?
El design thinking en RRHH coloca a los empleados en el centro de las estrategias y los procesos de la organización, lo que permite diseñar un ciclo de vida del empleado significativo y atractivo e impulsar su experiencia.
Las organizaciones que apliquen este enfoque tendrán una gran ventaja competitiva al centrarse primero en comprender las necesidades y dificultades más íntimas de sus trabajadores y diseñar después las soluciones óptimas para resolverlas. Los colaboradores verán de primera mano que su voz es escuchada y que la organización valora y prioriza lo que es importante para ellos.
Por su propia naturaleza que pretende facilitar los procesos y poner a las personas en el centro de las mejoras, el design thinking puede convertirse en un recurso ideal para fomentar una cultura laboral positiva. Así, nos encontraremos con trabajadores que contribuirán de forma positiva a la convivencia de todos.
En el reclutamiento, impulsa la empatía para una mejor experiencia del candidato y selección centrada en el talento, a través de entrevistas empáticas y la creación de perfiles ideales de candidatos, por ejemplo.
En procesos como el onboarding, permite comprender las inquietudes del nuevo personal para simplificar la información sobre la empresa.
En la gestión del rendimiento, se convierte en una herramienta clave para alinear expectativas y obtener una visión integral del desempeño de los colaboradores.
Las grandes empresas ya aplican el Design Thinking ¿cómo lo hacen?
Siempre es positivo mirar cómo lo hacen otras empresas. Por ejemplo, P&G, lleva años apostando al design thinking. Su gestión de RRHH se ha basado en crear una nueva mentalidad que permita adquirir aptitudes y capacidades útiles en todos los proyectos de la empresa, sin importar su naturaleza.
Nestlé, por su lado, capitaliza una de las grandes demandas de los colaboradores contemporáneos, y apuesta por el aprendizaje práctico y significativo para sus empleados. En lugar de métodos tradicionales, la empresa analiza las tareas y desafíos cotidianos de sus trabajadores para diseñar simulaciones que integran la formación de manera natural y experiencial.
En el caso de Coca-Cola, este enfoque logró transformar la visión del empleado para convertirlo en un cliente más de la empresa. Entonces, los líderes de RRHH hacen que los esfuerzos se centren en que el trabajador tenga la mejor experiencia en la compañía.
En resumen, el design thinking no es solo una metodología, sino una invitación a escuchar activamente a tu talento para diseñar soluciones que realmente importan.
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